Sandra García (24 años) y Lázaro García (23 años) comparten algo más que el apellido: su pasión por la Formación Profesional Dual. Este modelo formativo los ha llevado por caminos muy distintos, pero a ambos les ha permitido disfrutar de su aprendizaje, descubrir lo que les gusta, adquirir experiencia laboral y, en definitiva, ir construyendo su propio futuro. Nos lo cuentan en esta entrevista.
Pregunta: ¿Cómo descubristeis la FP Dual?
Sandra García: Realmente no la descubrí: me la pusieron en el camino. Yo empecé una carrera universitaria de química, pero la tuve que dejar por incompatibilidad con mi horario laboral y me metí en un Grado Superior en Laboratorio de Análisis y Control de Calidad porque era el que más o menos se parecía a la carrera. A mediados del primer año, vinieron a dar una charla para explicarnos lo que era la FP Dual, me gustó mucho y decidí hacerla en esa modalidad sin duda.
Lázaro García: La propia escuela a la que llamé me habló de la Dual, de que percibías un salario, hacías las prácticas y también estudiabas. Pensé: "esto tiene que ser mentira"; pero dije: "¡vamos a probar!". Así la descubrí y ya no me puedo despegar de ella.
P.: ¿Cómo fue vuestra formación? ¿Qué ocurrió después?
SG: Estudié el grado superior en Terrassa hace dos años, hice las prácticas en una empresa del sector y, cuando terminé, me contrataron indefinidamente.
LG: Empecé en un Grado Medio en Marketing y Comercio con prácticas en la empresa Aldi y también algo de alemán. Ahí ya me empezó a gustar y recibí mucho apoyo por parte de la empresa y mi escuela, así que empecé un Grado Superior de Administración y Finanzas y estuve trabajando en una gestoría. Esto me dio la posibilidad de acceder a una carrera y ahora estudio ADE en alemán, también en modalidad Dual, y trabajo en el departamento de compras de Lidl.
P.: ¿Habéis tenido que luchar contra prejuicios hacia este modelo formativo?
SG: Más míos que de nadie. Yo acababa el bachillerato y mi idea era hacer una carrera universitaria porque para mí era "lo más" y sentía que un ciclo era más para personas que no se les daban muy bien los estudios. Al entrar, vi que realmente no era así: un ciclo te aporta muchísimas cosas que no tiene la universidad, sobre todo práctica, que es lo que más me gustó. Los prejuicios que tenía los eché todos abajo porque me di cuenta de que merece mucho la pena.
LG: Por parte de mis amigos no noté nada. Sé que la FP tiene cierta fama de que no es lo ideal para conseguir un buen puesto, pero pensé que si me gustaba lo que estaba haciendo podía llegar muy lejos. Primero quise ver lo que iba a hacer, de lo que a lo mejor iba a trabajar el día de mañana, antes de lanzarme a una carrera.
P.: ¿Qué os ha aportado profesionalmente?
SG: Sobre todo, mucha confianza en mí misma, porque al principio entras en el mundo laboral con muchos miedos de si lo vas a saber hacer, si vas a estar a la altura, vas a saber resolver los problemas que surgen en el día a día… Y lo que me ha aportado es eso: madurez profesional, ver que soy capaz de resolver cualquier imprevisto que surja y también saber trabajar en equipo.
LG: Es increíble: tengo una experiencia en el mundo laboral que ningún joven de mi edad puede tener, o muy difícilmente. Mientras otros estaban estudiando, yo estaba estudiando y trabajando a la vez. Llevo desde los 19 años en una empresa: pocos pueden decir eso.
P.: ¿Qué es lo que más habéis disfrutado personalmente de esta modalidad?
SG: Me sorprendió mucho el segundo año de Dual, que era cuando hacía las prácticas, porque en el centro educativo también era casi todo práctico. Tenía práctica por la mañana en la empresa y práctica por la tarde en el centro. Era muy guay, hacíamos cosas muy chulas en el laboratorio y fue muy divertido.
LG: Que puedes progresar siempre. Tienes un abanico enorme de opciones para estudiar y puedes elegir la que más se adapta a ti y después elegir otra. Eso es lo que más me gusta: puedes ir avanzando tanto en formación como en el nivel laboral. En mi caso, antes estaba trabajando de cajero reponedor y ahora estoy en el departamento de compras de una multinacional.
P.: ¿Qué le dirías a una persona que tenga dudas de si estudiar una FP Dual?
SG: Diría que, sin duda, lo pruebe. Son dos años nada más y el ciclo te aporta eso: estudiar algo que te gusta, especializarte, y pasarlo muy bien en las prácticas. Y si luego, en algún otro momento, quieres hacer una carrera, también puedes. Se puede compaginar todo: hay muchos itinerarios y combinaciones posibles; es lo bueno de la Dual. La vida da muchas vueltas y, en mi caso, a lo mejor no hice la carrera en su día, pero la puedo volver a hacer de aquí a unos años. Mientras, ya tengo mi trabajo estable y eso es gracias a la Dual.
LG: Le diría que la Dual es un trago de agua. Muchas veces te atragantas con el qué voy a hacer, qué estudiaré, cuál será mi futuro, no sé qué hacer… La Dual es tan fácil como eso: probar, ver qué te gusta. Es una aclaración de ideas y es darte una meta en la vida.