Debe hacer de puente entre empresas y mundo educativo.
Debe detectar necesidades reales y saber transmitir a la empresa el concepto de la formación.
Debe asegurarse que la empresa no confunde la modalidad dual con unas meras prácticas o una estrategia para la contratación rápida y económica de personal.
Debe, en definitiva, hacer un acompañamiento y una pedagogía constantes con el objetivo de dar confianza y apoyo a la empresa.
Debe estar técnicamente preparado (conocimiento sobre el sistema de FP, la normativa aplicable, la oferta del territorio, etc.) y ser una figura estable, independiente y a tiempo completo.
Debe establecer contactos con los agentes implicados en la FP dual en su territorio.
Debe ejercer las siguientes funciones: prospectar empresas, informar sobre la FP dual, sensibilizar sobre los beneficios de la FP dual, detectar necesidades formativas y facilitar el proceso de implementación de proyectos de FP dual.
El asesor técnico NO es un consultor laboral; NO cumplimenta documentación por cuenta de las partes; y NO participa en la elaboración de los proyectos de FP Dual.
Ayuda a vencer reticencias y desconocimiento por parte de las empresas sobre la educación dual.
Acerca el mundo empresarial al mundo de la FP.
Acompaña el inicio de un programa de educación dual y reduce, así, el riesgo de fracaso.